lunes, 1 de septiembre de 2008


¿Volverá con septiembre la inocencia perdida,
el placer de dejar pasar los días,
la ilusión de forrar los libros nuevos,
el miedo a no encajar lo suficiente?


¿O serán sólo sombras del niño que hemos sido,
ecos de un viejo canto de sirenas,
un estremecimiento pasajero de lo que un día fue
el paraíso lejano de la infancia?



Septiembre siempre vuelve.
Nosotros - vagabundos, errantes, pasajeros-
vamos envejeciendo en un álbum gastado,
y sempiternos niños seremos un instante,
(eternos , detenidos) ,
en el gris ceniciento de una foto escolar.

4 comentarios:

Borromín dijo...

Cuando era "más niño" me encantaba el olor de los libros de texto nuevos... el placer de forrarlos junto a mi madre. Pasar lentamente las hojas para ver lo que ese nuevo año iba a descubrir.

Ojalá volviera la "inocencia perdida", ojalá pudieramos volver al pasado, ojalá se pudieran cambiar muchas cosas... ojalá... ojalá este septiembre nos traiga nuevos aires... ojalá...

De momento, me ha traido unos "bosques" y unas personas de lo más interesantes.

Un abrazo.

Marisa Peña dijo...

A mí también me gustaba el olor de los libros nuevos. esa escena yo también la vivía junto a mi padre en la mesa de la cocina. Como bien dices ojalá septiembre sea un mes de promesas y proyectos y aires nuevos. Un abrazo.

Unknown dijo...

Lejano lejano paraíso...

Es lástima, pero la inocencia cuando se pierde se pierde.

Aunque a veces...viene una brisa como la de aquellos días.

A mí más que los libros nuevos me ilusionaban los cuadernos nuevos, con sus hojas en blanco esperando quién sabe qué. Siempre más bella la posibilidad que encerraban que la realidad que después terminaba escribiéndose en ellas. Igual que ahora. En eso no cambié.
Besos
Santiago

Marisa Peña dijo...

¡Los cuadernos nuevo! Cuántas emociones... Yo también sigo emocionándome cuando tengo uno entre mis manos. Besos también para ti.

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