Imagen: Nicoletta Tomas
...Y tu boca será
el único sosiego,
la única condena
el único destino.
El manantial sereno
de mi boca sedienta.
Único cementerio
de mis labios de olvido.
el único sosiego,
la única condena
el único destino.
El manantial sereno
de mi boca sedienta.
Único cementerio
de mis labios de olvido.
4 comentarios:
Maravilloso, como siempre.
Y me trajo a la mente aquellos versos de Gabriela Mistral...
"[...] Yo te enseñe a besar: los besos fríos
son de impasible corazón de roca,
yo te enseñé a besar con besos míos
inventados por mí, para tu boca."
Un abrazo
Gracias por los versos... ¡Me gusta mucho Gabriela Mistral! Es otra de las grandes olvidadas de la literatura. Un abrazo.
Con qué pocas palabras se puede llegar tan adentro. Justo en el cento de la diana.
Gracias por seguir enredándote con mis poemas. Un abrazo
Publicar un comentario