Adiós,adiós. Su niña interior no lo aceptaba. Se aferraba , se hundía en el barro, no quería volar.
"Vuela, pequeña mariposa, te he traido unas alas nuevas, ya no hay escusas. Despréndete de todo lo que pesa, del fardo de lo irrecuperable. No tengas miedo, deja que el viento te lleve... Lejos, muy lejos, donde se borra el vértice de la memoria, donde nacen las nubes..."
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