domingo, 20 de julio de 2008


De tanto mirar al mar
la niña se puso triste...
Y, por no verla llorar,
el viento dejó en la arena
un corazón de coral.


2 comentarios:

Popi dijo...

Cinco versitos lindos, de esos que se quedan en la mente para que le des vueltas a la niña y al mar, al viento y a ese corazón de cristal.

Marisa Peña dijo...

Gracias por tu comentario. A veces en los versos más sencillos se esconde la profunda inmensidad de lo que somos...

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