domingo, 7 de diciembre de 2008



Se abre paso el invierno
tras las ventanas rotas
de mi frágil coraza.


Nada puedo hacer ya...
sólo dejar que pase tu recuerdo.
Que pasen las caricias,
que pasen los rasguños,
que pasen las heridas.


Y ya, de nuevo a solas,
me dispondré a olvidarlas.

34 comentarios:

Camarandante dijo...

Que me gusta lo que escribes!

... y ese invierno que ingresa a tu fragil coraza... y aquí está haciendo un calor que te derrite, cosas del mundo, que es así.. de un lado frio y del otro caliente... y así como un péndulo, se va de un lado y vuelve al otro..

Saludos!!!

Isabel Mercadé dijo...

Querida Marisa:
Así que entre nietas de vencidos anda el juego. Una vez escribí un cuento en el que hablaba de mi abuelo. Decía de él "vencido, pero no rendido" y después algo así como "la dignidad desaparecida, sin homenajes, sin memoria, olvidada".
Creo que tú y yo tenemos mucho de qué hablar. De quellos años de silencio, (también escribí un comentario en el blog "Tutto é possibile" sobre ese silencio gris y espeso que se cernía sobre familias como la nuestra), de palabras oídas a medias, apenas pronunciadas, de historias hilvanadas a retazos y de algo "raro" en casa que la hacía diferentes a otras casas.
He visitado tu otro blog y también he visto tus publicaciones. Esatré encantada de leerte.
Por cierto, muy bello poema. ¡Qué suerte tener la coraza rota! Mucho mejor, a pesar del dolor, que llevarla nuevecita e impermeable.
Gracias por visitarme y gracias a Goliardo por reunirnos.
Te dejo un gran abrazo.

Juanma dijo...

Pues sí, coincido: es una suerte tener la coraza rota...a pesar del dolor.
Y sí se puede hacer algo: desnudarnos frente a un espejo y ver cómo todo pasa. A lo mejor todo menos uno mismo, no sé.

Un beso.

Marisa Peña dijo...

Camarandante es lo que tiene cruzar al otro lado del océano... Desde allí me llega vuestra luz y vuestra primavera. Un abrazo

Marisa Peña dijo...

Querida Bel. ¡Claro que tenemos que hablar! Y mucho... Ya no te pierdo la pista. Ha sido un regalo de Alejandro el habernos reunido y ahora podremos compartir recuerdos y palabras. Un abrazo muy fuerte

Marisa Peña dijo...

Ay Juanma, las corazas rotas son difíciles de llevar pero la fragilidad nos hace más humanos, más verdaderos, menos prepotentes. Me gusta recibir tus palabras. Un fuerte abrazo.

Anónimo dijo...

Ciertamente. La fragilidad nos hace más humanos, más verdaderos, menos prepotentes... qué gran verdad eso que dices.

Te cuento otra cosa: tus comentarios sólo me dejan registrarme desde uno de mis blogs. No sé por qué.

En fin, te paso esta dirección, que yo creo que no conoces:

http://tabernalentiscal.blogspot.com/

Un beso.

Marisa Peña dijo...

No, no lo conocía. Me paso a verlo.
Un abrazo querido amigo.

Sergio Astorga dijo...

Maribel, que pase mi comentario levitando para que choque en tu coraza.
Un abrazo desde la ventana
Sergio Astorga

Marisa Peña dijo...

Gracias Sergio, un placer tenerte por aquí leyendo mis versos. Un abrazo "sin coraza"

Goliardo dijo...

Sólo las almas fuertes exhiben las ventanas rotas de su coraza. Sólo las almas delicadas vuelven sus sentimientos de invierno en poesía.
Coincido con Bel, nieta de vencidos pero no rendidos, tú eres el triunfo, en tí viven los viejos sueños, por tí, la antigua amargura se apaga a tus pies, en esta gran poeta que eres, por tí, todas las derrotas se vuelven victorias. Gracias, amiga, por seguir acariciando el alma nuestra con tus hermosas palabras. Grandes abrazos an en tu busca, a través del océano.

Borromín dijo...

Que puedo decir yo, que tengo mil corazas; de esas que pesan y a veces no dejan respirar.

Yo que para no tener que "a solas olvidar" procuro no dejar que mi coraza tenga puntos débiles.

Sólo tus palabras consiguen atravesar el yelmo y permitirme respirar.

Un fuerte abrazo, en un día gris plomizo.

Marisa Peña dijo...

Mi querido Alejandro, me has hecho un regalo de palabras tan hermoso...
Y gracias a ti he conocido a Bel. Mi coraza herida no tiene miedo de mostrarse como es, pero no puede negar que le reconfortan las palabras y los gestos , generosos y emocionados, como el que tú has tenido. Un abrazo.

Marisa Peña dijo...

Querido Borromín: usamos las corazas para protegernos pero al final las heridas son inevitables. Nadie, salvo los desalmados, sale indemne de las batallas. Las tres heridas de Miguel Hdez, siempre presentes...
Un abrazo muy fuerte y cálido.

PEPE dijo...

Quizá sea todo mása sencillo, menos complejo; probablemente sea hasta necesario olvidar para tener conciencia de lo que ha existido. Comenzar y terminar, como elementos de un todo, indisoluble y virulento, pero al final, una única cosa.

(Si es que es verdad que llueve en mi terraza, y me está dando por filosofar. Profilaxis: voy a apagar rápido el ordenador).

Muchos besos y siempre salud.

pepe

Marisa Peña dijo...

Es cierto eso que dices: es necesario olvidar para tener conciencia de lo que ha existido...
Un arazo muy fuerte Pepe.

Goliardo dijo...

Cuando la admiración y el cariño son sinceros, las palabras y los gestos son espontáneos y verdaderos. Digamos que te lo has ganado por saber como llegarnos al corazón. En otras palabras, te lo mereces con creces. Otro gran abrazo.

Marisa Peña dijo...

Pues de nuevo gracias, y otro fuerte abrazo.

Maria Luisa dijo...

Mi querida Marisa: ¡ Que haría yo sin tus poemas en mis horas lentas...!
Una delicia leerte.

GRACIAS, GRACIAS.

Marisa Peña dijo...

¿Y qué haría yo sin tus palabras, sin tus comentarios, sin el cálido abrazo que siento cuando llegas hasta aquí? Un abrazo.

carmen jiménez dijo...

Coraza. ¡Qué palabra tan blindada y tan sobrevalorada! Por apenas un hueco te puede atravesar una lanza.
¡Qué hermosos comentarios también!
Un abrazo a pecho descubierto.

Marisa Peña dijo...

Las corazas, qué razón tienes en eso de que siempre se ha pensado que protegen de todo... Pero aquí estamos con nuestras heridas, nuestras cicatrices y dispuestas a seguir caminando.
Sabes que yo también te abrazo de la misma manera, sin dobleces ni reservas. Tenerte aquí es para mí un regalo que ,siempre, me reconforta. Doy gracias a la vida por habernos permitido intercambiar afectos y palabras.

Marta dijo...

Tardo un tiempo en pasar por aquí (tú me entiendes, son malas fechas: corregir, corregir, corregir...) y te creces. Te creces, Marisa, te creces.

Con respecto a las corazas (por cierto, hay que reconocer que tus "comentadores" son de lujo, qué bonitos comentarios), tan necesarias son unas pocas como perjudiciales demasiadas. No sé, ir a pecho descubierto, así, sin cota de malla, es peligroso. Ya lo decía la canción: malos tiempos para la lírica. Para los poetas, ni te cuento.

Un besazo enorme, guapa.

Marisa Peña dijo...

Marta, cariño, qué lujo verte por aquí. Yo también estoy a tope con los exámenes ya sabes, y los blogs y la revista del insti...Una locura. No te pierdo de vista y tú también te creces, y sabes cuánto me alegra que así sea porque te lo mereces.
Ultimamente ando con la coraza algo magullada y sin saber muy bien por dónde me vienen los golpes ni a santo de qué. Pero así es la vida, ir sorteando y sobrevivir a las tempestades.
sabes cuánto te aprecio y cuánto significa para mí verte por aquí. Mil abrazos hasta tu bella tierra.

© José A. Socorro-Noray dijo...

¡Bellísimo!

Sólo lo efímero
se puede olvidar.

Saludos

Marisa Peña dijo...

Bienvenido Noray, me alegraque te guste. Un abrazo

Óscar Santos Payán dijo...

Me quedo con esas palabras que casas de tu poema: frágil coraza. Un abrazo

Marisa Peña dijo...

Un placer verte por aquí Oscar. Las paradojas son parte de mí...un abrazo

Marta Fernández Olivera dijo...

el invierno tapa heridas con su fria nieve, congela sentimientos con sus hielos de madrugada, el invierno cubre con sus brazos frios los corazones con fiebres del desamor, el invierdo da paso a la nueva primavera que florece alegrias y esperanzas, el invierno es punto y aparte.
;)
un abrazo wapa

Marisa Peña dijo...

Sí, el invierno s el final del ciclo, nos replegamos y esperamos que llegue el milagro de la primavera. Tenerte por aquí es un rayito de sol, no creas :) Un beso

Angeles Fernangómez dijo...

Recuerda, amiga, lo que EL POETA dijo: ..."todo pasa, y todo queda, pero lo nuestro es pasar..." Y luego... ¡pasarán más cosas! y algunas (o muchas) serán muy felices.
Besos
Ángeles

Marisa Peña dijo...

Gracias Ángeles por tus palabras llenas de afecto. Ha sido un lujo para mí poder leerte y que me leas. Un abrazo

Antonio dijo...

El invierno, quizás lo mejor del calendario. Pena sea el más corto.

Antonio

Marisa Peña dijo...

Antonio, acabo de ver tu comentario, ¡qué despiste! Mil gracias por venir.

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