domingo, 8 de febrero de 2009



Fue una tarde dorada
-cual manzana de otoño-.
El cielo sostenía su perfección ignota,
en tus ojos brillaba la luz de lo posible
y tus manos guardaban la caricia entregada.


Nada podía romper la magia de ese instante,
la belleza de un tiempo donde todo se ignora,
y las hebras del sol tejían luz en tus labios
entreabiertos al mundo, dispuestos para el beso.


Todo era luz y fuego debajo de las ropas,
todo era viento y lluvia en tus besos de otoño,
y mariposas blancas habitando tus manos,
y temblor de inocencia, y huecos encontrados.


Fue una tarde dorada que quedó en el recuerdo...
una tarde cualquiera, una tarde soñada.
Una tarde de luz, de cielo, de ojos claros,
de besos, de caricias, de silencios gastados.

70 comentarios:

Guillermo dijo...

en tus ojos brillaba la luz de lo posible
y tus manos guardaban la caricia entregada.

Bonita sensación!!!

Buenos días, Marisa.

Marisa Peña dijo...

Gracias Guillermo, buenos días también para ti.

Fernando dijo...

Y tendrás la noche
y en su soplo oscuro
todo lo que en el día fue dichoso reverdecerá entre tus manos ávidas,
tu boca, su humedad
y tu destierro...

besos..

Marisa Peña dijo...

Fernando, tus palabras son siempre un regalo. Gracias, poeta.

Luisa Arellano dijo...

Me llevaste a la primera vez de un día cualquiera que no se olvida jamás, cuando el hambre de todo vuela entre lo desonocido.

Precioso el poema Marisa. Sé que me repito, pero llegar a tus versos es navegar entre nubes de algodón y salir repleta de sensibilidad.

Un beso, poetaza. Buen domingo!

Marisa Peña dijo...

No sólo no te repites, sino que me llenas de alegría y ganas de seguir adelante. Recojo tus palabras con emoción y afecto Luisa, de verdad.
Un beso y buen día también para ti.

© José A. Socorro-Noray dijo...

¡Bellísimo!

Hay recuerdos que nunca mueren, siempre quedan latentes en nuestra memoria, a pesar de que los otoños se suceden y ya no queda aquel temblor en el silencio.

Gracias.

Un abrazo

Isabel Mercadé dijo...

Casi podría repetir, querida Marisa, un comentario que le dejé ayer a otra amiga bloguera sobre la felicidad, que casi siempre es apenas un instante perdido, aquel instante o aquella tarde de cielo y luz perfectos. Obligatoriamente nostálgica y muy hermosa evocación la que nos regalas.
Un abrazo grande.

Miguel Ángel Yusta. dijo...

La primera estrofa abre el poema con una pintura maravillosa del instante que se desarrolla después en esos preciosos alejandrinos, rítmicos, delicados, llenos de la sensibilidad y trazo que hacen especial tu poesía.Pero tras esa forma impecable,musical, de segura y precisa arquitectura, se halla tu corazón, tu sensibilidad poética que crece en cada verso hasta desembocar en esa estrofa final y en las dos palabras clave:"Silencios gastados"...Marisa, tu poesía no es solamente verso y estrofa; es corazón abierto manando dia a dia ternura, belleza, sentimiento...Quien quiera, que analice tus poemas. Yo, los siento como bálsamo beneficioso que cura, que regebera, que hace renacer...Un beso.

Marisa Peña dijo...

Querido Noray, la belleza nunca muere, s queda ahí detenida en el instante, grabada para siempre en la memoria. Un beso

La sonrisa de Hiperion dijo...

"Todo era luz y fuego debajo de las ropas,
todo era viento y lluvia en tus besos de otoño,"

El poema me ha sabido a una marina desdibujada, y las olas relinchando cerca de los acantilados...
Saludos!

Marisa Peña dijo...

Mi queridísima bel, eso es exactamente: una pincelada, un instante perdido y guardado, una recreación de momentos vividos.
Un beso muy fuerte.

Marisa Peña dijo...

Mi querido M. Angel, atesoro tus palabras y las guardo muy cerca de mi corazón. Compartir contigo mi poesía es todo un regalo que la vidas ha querido concederme. Un abrazo.

Marisa Peña dijo...

Gracias por seguir viviendo a encontrar marinas en mis versos. Un abrazo

Edu dijo...

Ojala que todas las tardes de este universo fueran como las de tus versos, me apunto a ellas.
Un Beso de esas tardes.

Anónimo dijo...

Tus versos de hoy son más evocadores que cualquier acuarela; y los colores y las emociones que nos intentas transmitir son tan reales... los grises de este día de invierno se han vuelto dorados gracias a ti..
Un beso.

Mertxe dijo...

Qué delicia, Marisa... Me devuelve al primer verso de un poema de Alberti: "Esta mañana, amor, tenemo veinte años...", ayer fue con Aranguren, por pura proximidad en el tiempo de una lectura coincidente, hoy, con Alberti y contigo, ha sido un pleno de corazones.

Bona tarda, maca.

Julián Nailes dijo...

Silencios gastados.... Ais... cuantos silencios desperdiciamos por el camino.

Bonito, realmente bonito :)

rodri dijo...

a veces las tardes cualquiera... son las que más brillan...
precioso

besos

Luzzy Duran dijo...

tardes preciosas que me has regalado, es precioso!, espero que las mariposas blancas sigan sobrevolando el lugar, por lo que a mi refiere, me rindo ante tus versos perfectos :)
Saludos, un beso y millones de abrazos etéreos.

Marisa Peña dijo...

Edu las tardes perfectas siempre forman parte del recuerdo. Gracias por "apuntarte" a mis versos. besos.

Marisa Peña dijo...

Tracy, me alegra que mis versoso puedan pintar tu día, de verdad. Espero que sigamos teniendo muchas bellas tardes para recordar. Un abrazo, guapa

Marisa Peña dijo...

Mertxe, que me unas al hilo de esos dos grandes poetas me llena de orgullo...
Bona tarda también para ti y un abrazo enorme.

Marisa Peña dijo...

July me alegra verte por aquí. Gracias. un beso.

Marisa Peña dijo...

Es verdad Rodri, son las que más brillan.Besos.

Marisa Peña dijo...

Luzzy, Las mariposas van y vienen pero recordarlas es hacerlas volver. Besos

Anónimo dijo...

La tercera estrofa es esencia de oro puro. Hay recuerdos así, que al pasar de los años siguen tan vivos que son más presente que el propio presente. De ahí aquella variante que alguien adaptó al famoso proverbio del Miño y el Sil:

"El recuerdo lleva el agua
y el presente, la fama"

Un beso, Marisa.
Codorníu

Fernando Manero dijo...

Momentos como esos merecen ser preservados para siempre. Cuando se aprehenden como algo identificado con nuestra piel, acaban formando parte de la vida que nos pertenece. Desprendernos de ellos limitaría nuestra capacidad para entender lo que somos y lo que nos rodea.

irene dijo...

Sin duda fue una maravillosa tarde, por la bella forma en que la transmites.
Vendrán más tardes doradas.
Un beso, Marisa.

Marisa Peña dijo...

Es verdad querido Pepe, que hay recuerdos tan vivos que parecen más presentesque el propio presente...Un beso fuerte

Marisa Peña dijo...

Tienes razón Fernando, esos recuerdos son parte imprescindible de nosotros mismos y sn ellos no seríamos los mismos.Con los recuerdos formamos el tapiz de lo que fuimos y de lo que somos. Un abrazo

Marisa Peña dijo...

Irene yo también lo creo...hay muchas tardes doradas hay que saber esperarlas y reconocerlas cuando llegan. Un beso.

Maria Luisa dijo...

Mi dulce Marisa:

"Fue una tarde dorada que quedó en el recuerdo...
una tarde cualquiera, una tarde soñada"

Precioso, dulce, suave, no quiero romper el encanto de tus palabras.
Solo sentir.

Un beso.

Marisa Peña dijo...

Mi querida maria Luisa...Tú no rompes nada, al contrario, lo dotas de sentido y emoción. Gracias, de verdad. Un beso enorme.

María dijo...

Preciosa tarde la tuya, gracias por dejarme pasear por ella y alegrar este domingo interminable...
Me encanta entrar en tu blog, que suene la música y disfrutar de tus versos.
UN ABRAZO

Marisa Peña dijo...

Gracias María, es un placer que vengas. Un beso enorme.

María Socorro Luis dijo...

Que sea para ti, eternamente, esa tarde dorada,
Con cariño.
Soco

MarianGardi dijo...

La ilusion de vivir puede contenerse en un atardecer
crepuscular...
Cariños

Borromín dijo...

Preciosa tarde... ojalá todas fueran así, tardes "de luz, de cielo, de ojos claros,
de besos, de caricias, de silencios gastados
".

Un fuerte abrazo, y que la lluvia que azota últimamente se lleve toda la oscuridad de nuestras almas, dejando la luz, y la suave fresaca de las tardes de primavera.

Marisa Peña dijo...

Socorro, gracias y bellas tardes también para ti, cada día.Besos

Marisa Peña dijo...

Es verdad Marian, los crepúsculos nos evocan muchas cosas.
Un abrazo fuerte.

Anónimo dijo...

¿quién no quiere una tarde así?

Marisa Peña dijo...

Borromín habrá tardes así, y tardes nubladas, pero el recuerdo cuida la belleza y la protege del paso del tiempo.
Un abrazo enorme, querido amigo.

Marisa Peña dijo...

Pues sí Kaos, todos deseamos tener, al menos, una tarde así...

carmen jiménez dijo...

"...La belleza de un tiempo donde todo se ignora..."
Yo quiero ignorarlo todo de nuevo, y dejar volar las mariposas, y morder la manzana dorada y llenar todos los silencios.
Y seguir leyéndote cada día y perderme en tus versos.
Un abrazo amiga.

Marta Fernández Olivera dijo...

Marisa, que dulzura...
las estrofas centrales son mis preferidas...al leerla ya me he montado una imagen en la cabeza, seria mas o menos asi: una llanura inmensa tirando a infinita con un atardecer "dorado", en el aire silencio roto por una chicharra, temp.la justa para no pasar ni frio ni calor, una casa de madera de una sola planta con un balancin en el porche, y 2 personajes, claro..de momento me viene esto a la cabeza, es un poco peliculero, pero seguro que tu lo dibujarias muy bien!
Un beso

PEPE dijo...

Las hebras de luz admiten matices. Es sólo cuestion de tiempo. ¿de cuándo es este poema? ¿de ahora o hace algún tiempo?

Como todo lo que escribes rebosa sentimiento. A mí estas cosas me asustan un poco.

Un beso grande poeta

Marisa Peña dijo...

Carmen, yo también, pero esa inocencia es irrecuperable...
De momento nos quedan los recuerdos y los versos, que no es poco mi queridísima amiga. Un abrazo muy grande.

Marisa Peña dijo...

Marta yo imagino un parque, pero lo bueno de la poesía es eso: su poder de evocar cosas distintas a cada uno. Gracias por dejarme siempre tus palabras, mi niña.Besos

Marisa Peña dijo...

Pues fíjate este es de los últimos pero se remonta aun lejano pasado:)
En fin, tempus fugit.
pd.Tengo pendiente tu lectura pero me gusta hacerlo tranquilita y paladeando y ahora ando como una moto...Besos

Anónimo dijo...

Que pasada de poema. El amor, el motor de la vida, con nostalgia, dulzura y gran calidad sabes transmitirlo como pocos. Gracias por tus visitas, besos y nos leemos.

Clarice Baricco dijo...

No, no creo que haya sido una tarde cualquiera, pero comprendo el punto. Y fíjate, hoy charlaba con mis alumnos sobre la belleza y ahorita que regresé a casa y leo tu verso "la belleza de un tiempo donde todo se ignora" me gustará compartírselos.

Abrazos preciosa.

Graciela.

Marisa Peña dijo...

Muchas gracias por tus amables y generosas palabras.Nos leeemos. besos

Marisa Peña dijo...

Graciela, será un honor que lo compartas con tus alumnos...Ay esa belleza de la inocencia perdida, de querer averiguarlo todo, de los ojos abiertos para aprehender el mundo. en fin, besos muy muy grandes amiga mía.

Sergio Astorga dijo...

Marisa, me uno: cuanta tarde hay en la tarde, es la única que no le hace falta la noche.
Saludos.
Sergio Astorga

ybris dijo...

Hay tardes así. Para el recuerdo.
Machado y tú lo sabéis bien.
Gracias por la luz dorada de los versos con que la cuentas.

Besos.

Roberto dijo...

Marisa...momentos a grabados a fuego en la memoria, encargados de batallar contra la muerte y su manto de olvido...

muy hermoso!

un beso

Juanma dijo...

Y entonces, en esa tarde perfecta, vino al mundo....


Besos, mi querida Marisa.

Marisa Peña dijo...

Ay Sergio, qué razón tienes...¡cuánta tarde hay en esas tardes!
Un abrazo.

Marisa Peña dijo...

Ybris Machado era el maestro de las tardes y los ocasos...Gracias por tus palabras.

Marisa Peña dijo...

Roberto, hermosas también tus palabras...Un abrazo.

Marisa Peña dijo...

Juanma...¡qué alegría que todo haya ido bien!Besalas de mi parte y disfrutade todas las tardes que te ofrezcan. besos

PEPE dijo...

Si te das cuenta, en el relato existe más de un narrador. Uno es Mario, que cuenta su historia, la que recuerda en pasado y la que vive en presente. Luego existe un narrador (omniscente, creo que se se le llama) que narra sucesos que son desconocidos a los demás personajes y sólo conoce el lector. Por tanto, la carta más que encontrada es mostrada por ese narrador, o eso creo.
Como imaginaras me divierte escribir, sin pensar demasiado si esto está quedando bien o mal. Ya veremos si al final se termina, y cómo lo hace.

Gracias por seguir ahí.

Pepe

Charly dijo...

El amor y la magia que rodea a dos persinas totalmente enamoradas. Yo me enamoré de mi actual novia en esa estación:el otoño y la verdad que es mágico.
Hermosa tu poesía, seguiré de cerca tu blog y lo recomendaré en el mío.
Charly

Marisa Peña dijo...

Pepe, sí sí,pero me recordaba a esa técnica narrativa del manuscrito encontrado...
Un besote.

Marisa Peña dijo...

Gracias Charly y bienvenido

Antonio dijo...

la pintura... ¿es la playa de la Caleta en Cádiz?

Saludos
Antonio

Marisa Peña dijo...

No losé Antonio, pero lo averiguaré. Besos

Lolita y El Profesor dijo...

Muy bueno, muy bueno, muy bueno... ¡Sí! :)
Saludito de Lolita

Marisa Peña dijo...

Gracias Lolita.Besos

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