lunes, 28 de septiembre de 2009

Yo no quiero ser yo...


Yo no quiero ser yo si tú me faltas,
ni me vale la vida sin tu risa...
¿Qué puede ser mi cuerpo sin el tuyo,
mas que sombra borrando la mañana?


Hoy escuche tu ausencia
y la supe infinita, irremediable.
Cartas, papeles viejos,
y aquella alcoba muerta
sepultada en silencios,
es todo cuanto queda en la memoria.




Nada me vale ya...


Recojo mis pedazos
para recomponerme.
Me rehago, me habito, me enderezo.
Retomo lo que he sido,
lo que aún queda.


Mas no puedo ser yo... por más que insista.






40 comentarios:

Jesús Arroyo dijo...

Yo escuché tu voz cual melodia
para cantar tan solo poesía.

Precisos, si, si, si.

Besos.

Carmen Conde Sedemiuqse dijo...

Precioso
besos y amor
je

Juanma dijo...

Uffff....bueno, bueno, bueno...qué pedazo de poema Marisa, qué maravilla, qué versos, qué silencios como abismos donde cayó la ausencia (hoy, por cierto, me quedo con el primer verso).
Si todos tus poemas son, en fin, qué voy a decir que no te hayan dicho ya, son lo mejor de lo mejor, éste es de los grandes. Un poema superior, Marisa, realmente es para emocionarse. Mi mayor enhorabuena.

Y muchos besos.

Librería de Mujeres Canarias dijo...

"Me rehago,me habito,meenderezo" ¡Qué bonito escribes, querida Marisa!¡Qué conocidos sentimientos que tú conviertes en poemas impecables!¡Cuánto me hubiera gustado estar allí escuchándote!
Un beso grande.

JAUD dijo...

Que honda tristeza, definitiva, e intenso ese amor...los daños que va dejando. Un beso enorme Marisa, se acostumbra uno a los temblores de tus poemas.

Laura Gómez Recas dijo...

Uno se reconstruye y casi siempre le falta un pedazo. Ese pedazo está en el corazón, aunque no se vea.

Me ha gustado la contrucción del poema. Los versos sueltos le dan un énfasis especial y necesario.

Un beso
Laura

STEVE dijo...

Hacía tiempo que no leía un poema que me hiciera llorar, que me erizara la piel, que sintiera por la nuca correr un escalofrio... Este tuyo lo ha hecho en cuanto lo he leido y releido. Hermoso, bello y lleno de sentimientos vivos, fuertes, desencarnados.

Por favor, pido tu autorización para poder colgarlo en mi blog. Quiero tenerlo siempre.

Espero tu mail

stevens83@hotmail.com

Julián Nailes dijo...

Que duro es levantarse un dia, y ver que la persona que amas, esa que has querido y quieres con locura, esa que es tu vida, no esta a tu lado. Y entonces....nuestra vida se queda vacia.....

Precioso poema.

Bezzz

María dijo...

Y te recompones. Siempre lo hacemos. Aunque suframos. Aunque lloremos. Nos recomponemos. Pero siendo conscientes de que nos falta una pieza en el rompecabezas que somos. Porque por mucho que tratemos de llenar el hueco, éste siempre será habitado por la ausencia...

!Qué preciosidad de poema, Marisa! Gracias por regalárnoslo.

Besos

Terly (Juan José Romero Montesino-Espartero) dijo...

Bonito, aunque triste poema de amores y ausencias.
Querida amiga; he publicado todas las fotos en mi blog con el fin de que cada cual se pueda servir a su gusto, ya sabes, copiar y guardar.
Soy un mal fotógrafo, he hecho lo que he podido, algunas estaban tan borrosas que no he podido publicarlas; a mí ni las fotocopias me salen bien.
Un beso y muchas gracias por todo.

Unknown dijo...

Hay de esa pieza que falta en el puzzle!
Hermoso, Marisa!
Un abrazo cálido del REEL

gloria dijo...

Así es la ausencia, justo así, dejar de ser, negarse a ser, mejor dicho, pero un día esa ausencia vuelve a llenarse de nosotros mismos y volvemos a existir.

Preciosos versos, Marisa.

Te abrazo fuerte.

Javier Sánchez Menéndez dijo...

Me ha encantado el principio Marisa, es muy bueno.

Un abrazo.

Pd. Todo me gusta pero el principio me emociona.

FLACA dijo...

"Yo soy yo y mis circunstancias". ¿Era Ortega y Gasset el que decía esto?. No sé, no lo recuerdo. Pero alguien lo dijo, y era de España,no fui yo quien
inventó esa verdad. Lo que quiero decir - y muy lejos está mi ánimo de filosofar, cosa que no me gusta- es que somos y existimos y estamos, en la medida en que estamos en contacto con el otro, que nos percibe y que es percibido por nosotros.
Creo que lo que quiero decir es que si uno es lo que el otro, el que importa, el compañero, es lo que él percibe que uno es.En consecuencia,uando él desaperece uno siente que se convierte en nada.
Hay que "habitarse", "rehacerse", buscarse en uno mismo para empezar a ser nuevamente, para cambiar de piel, para ser de nuevo, para verse según los ojos de uno mismo, para retomar lo que "uno ha sido" y "lo que queda".Es díficil,
hay que insistir, pero siempre es posible.

Creo que me fui al carajo con la interpretación, pero me salió así, estoy escribiendo "de una" y no pienso corregir. Fundamentalmente porque ya tengo que irme a la cocina a sacar la comida del fuego.

Sólo quiero decir una cosa más antes de irme. Tus poemas de amor me tienen el corazón destrozado. Decime, por favor, que esa primera persona -"yo"- en la que están escritos es un "alter ego".

Besos, amiga.Creo que se nota que me gustó y que tu poema da para mucho. Genial.

¿Y cómo estuvo el aquelarre poético creo que el sábado pasado?...Me encantaría que, por una vez aunque sea, pasaras a la prosa y lo contaras. Un abrazo rebosante de todo mi afecto.

Miguel Ángel Yusta. dijo...

Simplemente, bello, bello, bello...
Un beso.

Goliardo dijo...

Marisa querida, un poema simplemente contundente en sus tres momentos, algo como morir y resucitar para morir definitivamente. Es poco lo que se puede agregar a un texto cuando lo dice todo en sí mismo.
Hay ausencias que nos alejan de nosotros mismos, que nos despersonalizan y nos quitan la identidad. Y hay grandes poetas que las saben decir muy bien. Son pocos, y sos una de ellas.
Un abrazo que se abriga en tu poesía.

Sergio Astorga dijo...

Marisa, algo de ti se va quedando entre tanta reconstrucción y tal vez, serás otra con la misma.

Un abrazo que quede.
Sergio Astorga

ybris dijo...

Uno no quiere ser nunca lo que sería sin el otro que nos completa.
De ahí el temor a las ausencias y a las despedidas.
Cuando llegan habrá que tener reservas para recomponerse.

Precioso, Marisa.

Me alegra saber que todo resultó bien el 26.

J.R.Infante dijo...

Como siempre una buena composición, llena de ternura, con ausencias y cercanías...como la vida misma. Lo cierto es que es un placer leerte -como es mi caso- para comenzar el día con una enorme vitalidad.
Un beso

María Socorro Luis dijo...

Como siempre, chapeau, Marisa.

Te quiero. Soco

Fernando García Pañeda dijo...

Esa risa, ese cuerpo, esa presencia ya nos cambia. Su ausencia nos rompe.
Aunque no nos rompamos, o no nos rompan, quizá nunca seamos lo mismo.
Duro y hermoso.

Jesús Aparicio González dijo...

Precioso poema. Me ha encantado sobre todo la estrofa inicial, una gozada.
Felicitaciones

Unknown dijo...

Como siempre, una hermosura.
Me llamó la atención lo siguiente, esa primera estrofa en endecasílabos, absolutamente musical y musicalizable:
"Yo no quiero ser yo si tú me faltas,
ni me vale la vida sin tu risa...
¿Qué puede ser mi cuerpo sin el tuyo,
mas que sombra borrando la mañana?"

Y después esas otras estrofas, más de prosa poética que verso, como hablándole al si mismo que canta y al cantado ausente, después ese "nada me vale ya..." tan suspensivo, como visagra, esperando a que suenen las cinco sílabas que faltan,las ausentes... que deja lugar otra vez a la prosa en "Recojo..." y ese remate otra vez musical, que cierra el círculo."Mas no puedo ser yo... por más que insista."
Si juntáramos la primera estrofa, con el "Nada me vale ya" y con el último verso, quedaría un poema completo y terminado, pero es mucho más interesante así, porque hay como dos miradas, una canta, la otra cuenta. Me entretuve cambiando el orden de las estrofas. Y el poema queda siempre diferente y siempre hermoso.
Un beso.

Fernando Manero dijo...

Naturalmente que eres tu, porque nada puede empequeñecer tu personalidad, asentada en el valor de tus vivencias. Los desgarros no desgarran si uno se resiste a ser desgarrado. La vida es así, con alrtibajos, con renuncias, con desapegos, con reencuentros... todo es posible mientras haya vida y tu te empeñes en construirla como tuya. Un abrazo

Azpeitia poeta y escritor dijo...

Que sensible y bello tu grito...tu poesía tiene una especial personalidad desde que te conozco y me gusta.
Como no sé tu email pongo en tu conocimiento que tal como prometí, ya estamos todos en mi blog de forma que cualquiera que entre, pulsando tu imagen accede a tu página...
Un beso guapísima....azpeitia

Anónimo dijo...

Qué precioso poema. Tal vez no se trate de recomponer lo que cayó a los pies cincelado por la mano invisible de la vida.

Dice Durrell: "La estatua debe desprenderse del torpe bloque de mármol que la aloja y empezar a vivir"

Un beso, amiga.

Marisa Peña dijo...

Queridos amigos: sabéis que me gusta contestar individualmente a todos, no por cumplir sino por gratitud.Es una cuestión de principios.Me gusta corresponder a cada uno y dedicarle un momento de mi tiempo igual que lo hacéis cada uno de los que me dejáis un comentario.Vivimos en los tiempos de la prisa y yo, aunque lo intento, no me libro de esa vorágine.Tengo una semana de mucho trabajo dentro y fuera de casa, así que por esta vez os doy las gracias generalizadas y sinceras a todos y os aseguro que , siempre que me sea posible, os responderé como os merecéis.
Mil besos y mil gracias.

Maria Luisa dijo...

Querida Marisa-

¡Deliciosa poesía!
Me adueño como siempre con tu permiso:
"Hoy escuche tu ausencia
y la supe infinita
irremediable.
Recojo mis pedazos
para recomponerme.

¡Cuantas veces me siento así...!

No se explicar esa sensación con tan bellas palabras, palabras que a la vez lo suavizan todo.

Un beso dulce Marisa.

Marta María López dijo...

Vaya, Marisa, este tema que tratas me recuerda a un relato mío. Salvando las distancias. Ya quisiera yo evocar como evocan tus versos.

Un abrazo.

Nómada planetario dijo...

Seguro que resurges como el ave fénix. El tiempo obra de bálsamo.
Besos de ánimo.

irene dijo...

Qué quieres que te diga, maravillosa forma de expresar esa comunión entre dos almas, y entre dos cuerpos.
Un placer leerte siempre.
Besos, Marisa.

Ramiro Rosón dijo...

Este poema refleja muy bien la parte dolorosa del amor, la soledad que se siente en ausencia del ser amado. Sin lo que amamos, sencillamente no somos; vivimos muriendo un poco más cada día; nos convertimos en sombras que borran la mañana, como dicen tus versos.

Un abrazo.

Circe La Hechicera dijo...

Marisa, que manera de poner sentimientos en las palabras. Reinventarse frente a la tiranía de la desilusión. Lindisímo. Besos

La sonrisa de Hiperion dijo...

"Yo no quiero ser yo si tú me faltas,"


Sencillo pero matador... Precioso.

Saludos y un besazo!

MarianGardi dijo...

Marisa, fue un placer conocerte.
Que bello es el amor y que vellos son tus versos.
Precioso
Dos besos

Marisa Peña dijo...

Sigo muy liada con el trabajo.Así que os agradezco muchísimo vuestra compañía, vuestros comentarios y vuestro afecto. Espero , muy pronto, dedicaros a todos el tiempo que os merecéis, aquí y en vuestros blogs.Besos enormes

impersonem dijo...

Una magnífica poesía ensalzando la valoración del otro hasta la renuncia de la propia identidad por motivo de su ausencia...supongo que cada corazón vive y siente de forma personal y se expresa tal cual...

Tal vez la acción imposible del último verso sea consecuencia de la "voluntad" que expresa el primero...lo cual no nos lleva a una imposibilidad sino a una elección...de un corazón roto.

Me gustó mucho tu poema, es poesía de la buena.

Besos.

Mertxe dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Mertxe dijo...

He querido ver prosa poética, y no, no, los versos están ahí, con esos 'rejet', 'contre-rejet' y 'enjambement' que les dan la fuerza de la continuidad. Perdóname pero es que se me van los ojos a tu sintaxis, tan hermosa, Marisa, tan hermosa.

ralero dijo...

Ciertamente, sólo podemos ser plenamente en el otro.

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