domingo, 23 de mayo de 2010

Ya no quedan ventanas para mirar el mundo:
ventanales abiertos para que la luz entre...
Sólo quedan rendijas, pequeños agujeros
que distorsionan todo y acotan lo que pasa.

Creemos saberlo todo, y no sabemos nada.
A penas un fragmento de la vida de otros
que apuntan los diarios.

Y así, nos conformamos:
asumimos las sombras como si fueran cuerpos,
contemplamos un cielo lejano y diminuto,
y en un vaso de agua, fácilmente abarcable,
nos encierran el mar...

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49 comentarios:

francisco dijo...

Y de buenas a primeras,aparece la aungustia y la vida del otro y solo hay dudas y temores de los que nos queda por vivir.

Jose Zúñiga dijo...

Tal vez haya que mirar más lejos. No cabe el mar en un vaso pero, a veces, basta una gota para sentir el mar.

mis largos pies dijo...

yo creo que en realidad nuestros cuerpos no existen, sólo nuestras sombras, mucho más flexibles, sombras que se cuelan por las rendijas.

Laura Gómez Recas dijo...

Sí quedan ventanas, pero hay que abrirlas y, a veces, cuesta mucho, a algunos hasta la vida.
Marisa, tu poesía es una de ellas. Abrir y mirar. El mundo visto desde la consciencia.

(((Me encanta el comentario de Jose. Le dejo aquí un beso)))

Y otro enorme para ti.
Laura

Fernando dijo...

hay gotas donde subsisten mundos...besos.

ralero dijo...

Arañando esas grietas que quedan en los muros, arañando y arañando y arañando, se pueden abrir ventanas, puertas, tender puentes. Afila las uñas, afilemos las uñas. El mar espera.

Abrazos.

Elchiado dijo...

Detrás de cada rendija, de cada agujero, se hallarán a veces ojos atrevidos, ojos que sabrán afilar la mirada hasta hacer que atraviesen, no sólo un simple agujero, sino la embaucadora y espesa bruma de una ignorancia siempre menos atrevida que tu intención de disiparla.

Un abrazo sin tapia

Unknown dijo...

Siempre hay una perspectiva inevitable y necesaria. Lo malo es que sea rígida, manipulada o estúpida.

Anónimo dijo...

No tenemos siquiera una rendija para cada uno. Maniatados los unos a los otros, incapaces de ver los tesoros ocultos de la vida, seguimos en una de esas absurdas cadenas humanas que hacemos las gentes para pasarnos los hechos relativos, como baldes de agua durante un incendio apagado.

(Muy bueno el poema)

Besos,
Pepe.

Jesús Aparicio González dijo...

Una pequeña rendija nos basta para atisbar un rayo de luz que ilumine este día.

Así te lo deseo.

Un fuerte abrazo

J.R.Infante dijo...

Si bien es cierto que no lo sabemos todo, que cada día es un buen momento para aprender algo más y que tal vez tan sólo dispongamos de una pequeña rendija por la que mirar, tambien lo es que "no hay quien le ponga vallas al campo" que traslado a tu mar ¿qué vamos a decir?, con esa inmensidad que puede observarse, aunque sea a través de una diminuta ventana.
Un beso

Desde mi ventana dijo...

Alguien me dijo una vez que pequeñas hogueras, enciende un fuego, y hay que seguir manteniendo la esperanza de que no se apaguen.
Aunque veamos el mundo a través de las rendijas, tenemos que seguir mirando...
Muchos besos
Ana

Juanma dijo...

Mi querida Marisa:

Aprovecho una rendija, me cuelo por ella, doy paso a mis palabras en primer lugar. Luego vengo yo, de nuevo.

Te leo siempre, hay cosas inevitables y tú eres una de ellas. Pero ya sabes que no me paro a comentar últimamente. Este final de tu poema me mueve de nuevo a saludarte, es de esos que me dejan tan herido como fascinado.

La vida es distinta cuando te leo.

Muchos, muchísimos besos.

perfecto herrera ramos dijo...

Es un poema lleno de sabiduría. Realmente ya no perseguimos ni tan siguiera la idea de la que hablaba Platón, nos quedamos en las sombras, nos aplasta tanta información. Me ha gustado por su sobriedad y su contenido.

Un abrazo.

© José A. Socorro-Noray dijo...

Es cierto que en muchas ocasiones sólo existen simples vanos ciegos, pero siempre hay ventanas que nos dejan gozar de la luz. A veces, esos mismos ventanales se abren hacia dentro de nosotros mismos, como si fuéramos un gran rosetón gótico que dejara pasar la luz tamizada para alumbrar todo nuestro mundo interior. Otras veces, esos ventanales son la misma poesía.



Un beso

Juan B. Morán dijo...

Me hablaron de ti y he encontrado un pequeño tesoro en tu palabra.

Saludos

Goliardo dijo...

¡Cuánta lucidez que siempre destilan tus palabras! Y cuánto me alegra recuperarlas. Es cierto a veces parecemos espiar al mundo desde el ojo de una cerradura, tan encerrados estamos detrás de nuestra puerta maciza.
Un abrazo grande.

Anónimo dijo...

Bueno me alegro de haberte ofrecido una ventana abierta. Tú siempre cuelgas alientos que hacen pensar, tramos de vidas que dejas a los demás para que trabajen sobre ellas.
Un saludo. Me encanta este lugar.

Fernando García Pañeda dijo...

Acudimos a ideas, a imágenes, a sentimientos para abrirnos al mundo, a los demás.
Y esa ignorancia inacabable nos sirve de farol para alumbrar el camino inexistente.
Un abrazo, Marisa.

Jesús Arroyo dijo...

En tantas gotas de agua tratamos de pescar tiburones...
Marisa:
Sigue abriendo el bolígrafo, la pluma, por pequeño/a que sea porque, poco a poco, tus poemas van haciendo océano donde poner la barca y navegar.
Ahora, amiga, sonríe desde esa ventana abierta de par en par.
Besoooos.

el gato utópico dijo...

Niña!
No sabía donde decirle lo siguiente, hoy es el cumple del Santi. Ha tenido un año tremendamente difícil y estaría bien que le hiciéramos llegar nuestro afecto.
Gracias!

TERTULIANA dijo...

Blog III Encuentro de Poesía en Red
http://iiiencuentropoesiaenred.blogspot.com/
Pasa la bola

Marisa Peña dijo...

Gracias francisco, y bienvenido...

Marisa Peña dijo...

Así es jose, hay gotas que nos transportan a todo un mar

Marisa Peña dijo...

Muy hermoso eso que dices mis largos pies, y muy evocador...un abrazo

Marisa Peña dijo...

Laura siempre me dices unas cosas que me conmueven profundamente...he tenido mucha suerte encontrándote en este mar virtual, y mucha más pudiendo disfrutar de tu compañía.Besazos, poeta

Marisa Peña dijo...

Es verdad fernando, "el tamaño es lo de menos";)
Te mando un beso fuerte

Marisa Peña dijo...

Sí el mar espera, yo al menos así lo creo aunque haya momentos de profundo desaliento.
Un abrazo

Marisa Peña dijo...

En eso confío elchiado en los que atraviesan las tapias empeñados en ver más allá...un beso sin tapias, claro que sí

Marisa Peña dijo...

Y eso, Eduardo, me temo que se da mucho.Un abrazo

Marisa Peña dijo...

pepe, me gusta esa imagen que evocas...me recuerda otros versos y otras melodías.Un beso grande.

Marisa Peña dijo...

Lo sé jesús, pero donde esté una ventana...Un enorme abrazo, admirado poeta.

Marisa Peña dijo...

Arruillo, últimamente creo que algunos se están empeñando en ponerle muchasvallas a todo.Pero la poesía derriba muros y fronteras, así que habrá que seguir.Un abrazo

Marisa Peña dijo...

Qué hermosa esa reflexión Ana.Creo que ayer ya encendimos una hoguera(yo así lo sentí...)Un abrazo, guapa

Marisa Peña dijo...

mi Juanma...te mentiría si te dijera que no te echo de menos(y muchooo) pero nada puedo reprocharte, primero porque los amigos de verdad no hacen esas cosas y segundo porque a mí me pasa lo mismo.No encuentro horas en el día para dejar un pequeño aliento allá donde voy....en fin.
sabes que te aprecio, que me gusta saberte y que me encanta tenerte por aquí.Un beso enorme

Fernando dijo...

Nuestro mundo interior se va formando, querida Caludia, a base de pequeños chispazos, imágenes, sentimientos,luces y sombras, unas veces provenientes del exterior, otras nacida de nuestra íntima reflexión. Por tanto, nuestras ventanas tienen que ser abiertas por nosotros. Como dice algún pensador, "las puertas se abren siempre hacia afuera" El mar en un vaso, como dices en tu metáfora, puede ser aún mayor que los océanos exteriores y esas rendijas del alma que a veces afloran en tu poesía son cautivadoras por su íntimo tamaño y su ternura. Un abrazo ab imo pectore.

Marisa Peña dijo...

Gracias Perfecto, por ver en mis versos esa sobriedad que a mí tanto me gusta encontrar en otros poemas.Un beso

Marisa Peña dijo...

Eso quiero creer Noray, amigo, que la poesía es una ventana, grande y abierta, para mirar el mar...
Un enorme abrazo

Marisa Peña dijo...

Juan yo también entre en tus espumas y encontré otro tesoro...Un abrazo

Marisa Peña dijo...

Alejandro, querido amigo, siempre tan acertado en tus comentarios.Gracias por venir a leerme.Un fuerte abrazo

Marisa Peña dijo...

Gracias Luis.Sigamos abriendo ventanas, otros ya se encargan de cerrarlas...Un beso

Marisa Peña dijo...

¡Qué hermoso lo que dices Fernando! Me ha hecho pensar...Un beso

Marisa Peña dijo...

Bueno Jesús, contigo por aquí ya tengo un buen motivo para sonreír, querido amigo.Un besazo

Marisa Peña dijo...

Gato, ya pasé por el rincón de mi nuestro Santi.Gracias por avisarme.Un abrazo

Marisa Peña dijo...

Me gusta tu reflexión Fernando.Lo más hermoso de la poesía es que nos haga sentir, pensar, buscar, evocar.Hay cosas que sólo el lenguaje poético sabe captar. Gracias por lo que me das siempre que vienes, admirado poeta

Silvia Teresa dijo...

Bueno sí, sí quedan ventanas y el mar cabe en el esperanzado cuenco de nuestras manos, pero a veces las ventanas quedan tapiadas por la indiferencia o la hostilidad del otro o de uno mismo y el mar revienta en nuestras manos haciéndolas sangrar desolación. En un mejor momento, otra vez la ventana tendrá ojos y no sólo encuadre y agua pura humedecerá nuestros dedos vivificándolos para que toquen de nuevo una ilusión.

carmen jiménez dijo...

Iba a decirte que este poema es uno de los buenos, pero luego me pregunté ¿y cuál no lo es? Todos son buenos, todos tienen ese algo especial que los hace nuestros, pero este es francamente inabarcable, como si al querer coger esos cuerpos, ni siquiera importara ya que fueran sombras. Tanta es la necesidad a veces....
Chapó amiga!

irene dijo...

A veces todos lo creemos, pero podemos abrir ventanas, aprender a conocernos y a contemplar un cielo y un mar inmensos...
Un beso, Marisa.

Marisa Peña dijo...

Gracias a las tres...

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