Portada del libro Ropa tendida al viento |
Desde el vértice oscuro en el que habito
conjuro los silencios de las nieblas
y me delato cuando, torpemente,
intento visitar tus soledades.
¡Qué inútil es buscar en lo perdido!
¡Qué inútil confesar lo inconfesable!
¡Qué absurda sucesión de incertidumbres
y qué lenta renuncia de uno mismo!
¡Qué triste esta tristeza de domingo,
y este dulce sabor de la derrota,
y esta cansada voz con que te llamo,
y el fatigado paso de las horas,
y las flores marchitas en el agua
aceptando impasibles su condena!
Pero ya nada importa,
excepto lo importante...
Y me dejo llevar
hacia lo irresistible
resistiendo ese canto de sirenas
que me lleva hacia ti.
Ropa tendida al viento, ed. Bubok
6 comentarios:
El corazón reflexiona y dice lo que siente... y la poesía le ayuda a drenar el dolor que siente cuando lo hace.
Un abrazo.
Cuánto cuesta resistir, y los domingos, parece que el canto de sirenas es aun más estruendoso. Un abrazo.
Lírico, rítmico, hermoso.
Aplausos y besos.
Leo
Muy lindo, Marisa,con el arte que tú sabes imprimirle todo queda muy sentido.
Me quedo con el verso final. Me parece que es lo que importa después de todo.
Un abrazo
Conmovedor, sin lugar a dudas, cargado de alma, como todo lo que he leído tuyo. Después de muchos años, parece que nos hemos vuelto a encontrar, este loco camino es lo que tiene... que te aleja de lo oscuro y te devuelve con su paisaje, una sonrisa cargada de palabras. No sé si sabrás quién soy, pero eres una de las personas que más me has marcado en la vida, te lo agradezco, por que tus palabras siempre estuvieron en mi cabeza, en lo bueno, y en lo no tan bueno. Fuí músico, y te lo dije, me rocé con la poesía, y ya lo sabías, ahora mi tiempo lo gasto en conocer mundo, conocer el pasado y reflexionar sobre el futuro. Visita este blog y seguimos en contacto.
http://deguey.blogspot.com
Atentamente: Un antiguo alumno tuyo
Borja Bellido
UN BESO!!
Mi querida Marisa: Falsos cantos de sirena que aúllan como lobos heridos, y consiguen que corramos como locos por si queda alguna oveja que salvar...
Cada vez que te leo aprendo el poema de vivir.
Un besazo y hasta muy pronto.
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