Para decir adiós, no hacen falta palabras.
para decir adiós bastan tus ojos fijos
mirando hacia el crepúsculo.
Para decir adiós, no hacen falta silencios,
para decir adiós bastan tus manos tibias
recién sacadas del barro.
Para decir adiós no hace falta una escusa,
basta tener un tren de promesas gastadas
llegando a la estación.
Para decir adiós no hacen falta las lágrimas,
basta doblar la esquina y no escuchar los pasos
que llevan a tu puerta.
Para decir adiós nada nos hace falta,
sólo dejar que vuelen las palomas
lejos, muy lejos, hacia otro corazón
para decir adiós bastan tus ojos fijos
mirando hacia el crepúsculo.
Para decir adiós, no hacen falta silencios,
para decir adiós bastan tus manos tibias
recién sacadas del barro.
Para decir adiós no hace falta una escusa,
basta tener un tren de promesas gastadas
llegando a la estación.
Para decir adiós no hacen falta las lágrimas,
basta doblar la esquina y no escuchar los pasos
que llevan a tu puerta.
Para decir adiós nada nos hace falta,
sólo dejar que vuelen las palomas
lejos, muy lejos, hacia otro corazón
del que nada sabremos...
24 comentarios:
Quizas un adios sea un principio a ninguna parte, tal vez sea sobrevivir aún encuentro con la vida.
Salud.
"tus manos tibias recién sacadas del barro". ¿Sabes lo que yo hago, querida Marisa? Lavarlas para que veas mis manos limpias diciéndole "hola" a tus poemas. A tí con ellos.
En fin, porque me gusta acariciar tus palabras.
Un beso.
Es cierto Edu, los adioses son siempre un comienzo y una batalla ganada y perdida a la vez. Un abrazo.
Gracias juanma por estar siempre dispueso a dar la bienvenidaa mis versos y a cubrirlos de cariciasy palabras. Mil gracias y mil besos.
A veces uno no dice nada y dice adiós.
Un saludo.
Es cuando realmente se dice, sin duda. Un saludo.
Marisa, dejar de escuchar los pasos es, commo bien dices, una de las maneras de cubrir la ausencia con olvido.
Mudo abrazo.
Sergio Astorga
Gracias Sergio por tus cálidas palabras y por venir a leer a este rincón donde habitan mis versos. Un abrazo fuerte que llegue hasta los tuyos
Triste y dulce poema. Es verdad y tal vez sea un error que decir adiós resulte fan fácil. Muy bella también la foto que lo ilustra.
Un abrazo, Marisa.
Lo cierto es que, para que negarlo, ando algo triste , arrastrándome por las aceras, pensando en tantas despedidas, en tantos adioses que quedaron en el aire, que nunca se dijeron y , sin embargo, fueron tan reales. Por otro lado nuevas luces brillan en el horizonte y tú querida Bel eres un ejemplo. Gracias por pasarte por mis versos. Un beso
Efectivamente, para decir adiós no hacen falta palabras... es más, a veces, hasta un silencio es más despedida que cualquier otra cosa.
Al leerte, recuerdo esos muchos "adioses" que me hicieron y aún me hacen, andar bajo la lluvia con la mirada perdida.
Dulces versos cargados de tristeza, que espero "desalojes" de vida en breve.
Un fuerte abrazo.
Lo haré. No habito en la tristeza, pero a veces...
Menos mal que tengo voces amigas que me ayudan a seguir escribiendo y disfrutando de ello. Un abrazo muy fuerte querido amigo.
Pues sabes... Marisa ??
Lo importante es que tras cada adios se esconda un hola, que la vida nos siga presentando cada día sus oportunidades y que sepamos aprovecharlas.
Un beso
Gracias querida Pizarr, carpe diem, que dirían los clásicos, el adiós es siempre un nuevo camino por mucho que duela dejar atrás cosas. Muchas gracias por tus palabras y un abrazo muy grande.
tienes toda la razón, detrás de un adios siempre viene un hola, un nuevo saludo
tu poesía es hermosa
gracias por escribir y compartirnos tus sentimientos, tus sensaciones, tu forma de ver
Para decir adios hacen falta tener muy claro que la vida es arriesgarte en cada decision, decir adios es estar preparado para otro posible fracaso, decir adios es decir hola a otro corazon sediento de ti, decir adios es abrir otras puertas, decir adios es decidir tu camino, y sea el que sea estara bien...adiós, adiós...
un abrazo!
Querida Carmen compartir contigo es todo un placer.Espero que hayamuchos versos a los que saludar. Un beso muy fuerte.
Marta, cuántos adioses decimos, y cuántos no nos dicen nunca pero se hacen presentes en el día a día.
Pero tu siempre vuelves a mis versos y eso me hace feliz
y sin embargo es de las cosas más complicadas de hacer...
Así es esther, de las más complicadas, y duras... Hay adioses muy necesarios pero también hay otros que uno no se espera. Un abrazo
Querida Marta: ¡ Cuanto me costaría decirte adiós...!
Si tú me dejas seguiré siempre contigo, con tu poesía llena de sentimientos.
Cuanto bien me haces.
Querida amiga espero que nunca pase eso, al contrario habrá muchos holas y muchas bienvenidas. Así lo espero y lo imagino...un beso
Pues tendré que dejar volar a las palomas para darme cuenta que el adiós está dicho. Sin duda es de las palabras más díficiles. Es curioso cómo tus versos se entrecruzan con mis letras escondidas en un cajón. Hace poco escribí sobre esa palabra postergada y necesaria a veces. Tan necesaria como dolor causa pronunciarla. Y sigues ahí con ella retenida en los labios. Quizá porque ya se conoce esa tristeza que viene pegada a su palabra. Quizá porque hasta que no se dice tienes esperanza. Pero no. ¡Cuántos adioses!
Me viene a la memoria "los adioses" de Mario Benedetti:
adiós adiós adiós adiós estamos
siempre diciendo adiós a algo a alguien
nadie puede vivir sin sus adioses
y se obliga a cargar con ese fardo.
Lo cierto es que de veras bien de veras
sólo existe un adiós definitivo
pero esa mole quieta y sin remedio
no es adiós a la vida/es sólo un chau.
Bellísimo poema Marisa.
Además ahí está Pizar para recordarnos que tras un adiós siempre hay un "hola"
Besos a todos.
Queridísima Carmen... Qué duros los adioses necesarios, y qué duros los que uno no se espera y no entiende por qué (un amigo querido, un amor, alguien con quien empezaba a fraguarse una amistad...)En fin unos van y otros vienen. Me gusta recibirte en esta mi casa y decirte siempre lo bienvenida , y esperada, que eres. Un abrazo
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