Hay inviernos de hielo
en algunas miradas
y cálidos veranos
en abrazos insomnes...
Suaves brisas de otoño
en algunas caricias
y dulces primaveras
en besos imposibles.
Todas las estaciones,
habitan un segundo inabarcable...
en algunas miradas
y cálidos veranos
en abrazos insomnes...
Suaves brisas de otoño
en algunas caricias
y dulces primaveras
en besos imposibles.
Todas las estaciones,
habitan un segundo inabarcable...
9 comentarios:
Todas las estaciones tienen su porqué, Marisa. Y sueños y olvidos.
Marisa, a tenor de tu comentario en el post anterior: cuidate mucho.
Un fuerte abrazo.
Gracias Emilio, voy mejor...despacio pero mejor.
Me quedo con el verano del abrazo insome, del ciclo que se renueva, de la esperanza del día largo, que huele a mar, y que también habita en ese segundo inabarcable, aunque sea otoño. Y recrearme en tus palabras.
¿Sabes una cosa? Cuando era niño no había cosa que más me gustara que reponerme de alguna enfermedad, me sentía renovado, más fuerte que nunca, disfrutando de la salud al recuperarla. Cosas de niño, pero ojalá que así sea.
Un gran abrazo cálido, entre lluvias de primavera.
Bellisimo Marisa, como tu lo dices. Un beso
Delicado y dulce, como siempre una delicia pasar por aquí.
Son cuatro sin sentido aparente, simplemente marcadas para recordar lo recurrente...
Me ha gustado mucho ese instante, sí, que se resiste, inasible, todas las estaciones...certero y precioso.
Un gran beso, Marisa.
Todas las estaciones pueden traer bellos regalos, calidez en el invierno, suave brisa en verano...
Te deseo todo lo mejor, cuídate mucho.
Un montón de besos, Marisa.
Asi es querida Marisa.
Y todo regresa a nosotros cuando somos generosos.
Besitos linda
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