miércoles, 16 de abril de 2008

Naufragios


Claudia siguió rebuscando entre sus papeles. Le proporcionaba un extraño placer tocar aquellos retazos amarillentos de su pasado. No renegaba de aquellos días; tampoco deseaba volver atrás. Estaba donde tenía que estar; donde sus pasos, a veces torpes, a veces firmes, a veces apresurados, la habían conducido. Después de dieciocho años le resultaba extraño leer aquellos poemas, aquellas divagaciones ... Se detuvo en el título que, con letra manuscrita menuda y temblorosa, asomaba en uno de los folios: NAUFRAGIO


"Todo en ti fue naufragio" P. Neruda


He salido a observar los restos del naufragio...
La arena se dolía bajo mis pies desnudos,
y todo se hizo sombra cuando intenté tocarlo.
¡Qué dolor tan inmenso en esta noche inmensa!
¡Qué oscuro mar de angustia en mis ojos gastados!
¡Qué lejana tu voz! ¡ Qué lejanos tus brazos!
¡Qué difícil sonrisa para seguir viviendo!
¡Qué tristes los recuerdos envolviendo mi sombra!
¡Qué corazón herido mi corazón cansado!
¡Qué eterno infierno blanco vivir en estas dudas...
que infinito naufragio!


Definitivamente las personas que hemos amado nunca desaparecen, nunca nos abandonan del todo... Están ahí, formando parte de lo que somos, de lo que fuimos, de lo que seremos. Había muchas formas de amar, de ser amado. Sentir que alguien nos acaricia el alma con su sonrisa, sin esperar nada más, incluso sin recibir nada a cambio, es un regalo... Y ella no estaba dispuesta a desperdiciarlo.


1 comentario:

Mauro dijo...

Mmm, he leído, sí... No me pude regitrar en enredandopalabras y es que además, como me registre, me pongo también con las tarjetas de crédito y ... digo tonterías, etcétera.
Que te paso un enlace interesante, es de un amigo del pueblo... No espero que te guste, es alta poesía y punto, a mí me gusta, jeje...
Lo dicho. Aquí va...
http://diosas-nubes.blogspot.com/

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