martes, 9 de septiembre de 2008


"En una lágrima se encierra un mar entero..."



De tanto mirar al mar
la niña de rostro triste
no pudo sino llorar...

Y la lágrima rodó
encerrando un mar entero,
y hacia el vértigo del cuello
su dolor precipitó.

Y la arena que sintió
la sal de su llanto amargo,
pensó que la mar volvía...
Y el amor pasó de largo.

5 comentarios:

Borromín dijo...

La mar o el mar... para los que vivimos al lado de "ella" siempre es femenina.

El agua es salada, como lo son las lágrimas... y es que, tal vez yo siempre haya sido un "niño de rostro triste", que ha dejado pasar, muchas veces, tal vez demasiadas, la vida de largo.

Bellísima poesía, como siempre.

Un abrazo.

carmen jiménez dijo...

Qué bonita entrada la de la lágrima. Lástima que las llore llorando lo que no ha tenido. Las del amor perdido no sé si queman más o menos, y también encierran un mar entero, pero antes de eso, encerraron un montón de recuerdos que nos harán sonreír cuando el mar ya no nos persiga.
Bello poema.

Marisa Peña dijo...

Mil gracias a los dos. Compartir un poema y recibir vuestras palabras es un regalo.

Olga Bernad dijo...

Qué bonito, Marisa, es un poema muy "salado". Lo leí anoche y me gustó mucho, pero esta mañana me ha gustado aún más.
Buen día, guapa.

Marisa Peña dijo...

Muchas gracias, es un placer verte por aquí. Aprovecho para reiterarte mi profunda y sincera admiración.

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