lunes, 23 de abril de 2012

"No se vuelve a vivir lo que se vive.
No se vuelve a vivir lo que se sueña."
                                                       A.Colinas

Si tuviera valor para marcharme...
Si pudiera, tan sólo,
cerrar aquella puerta para siempre,
no recoger las últimas cenizas,
no aferrarme al aliento de los sueños.

Si pudiera enfrentarme a las ausencias
con la certeza de lo que ha quedado,
sin miedo a los silencios
que preceden al grito,
o a la definitiva indiferencia.

Si tuviera el valor, la fortaleza,
si tuviera  el empuje,
el viento de mi parte,la osadía...

Pero tan sólo tengo
lo que ahora puedes ver:
las hondas cicatrices de la vida,
la memoria herida de los míos,
los recuerdos cosidos a mis huesos,
y hojas secas guardadas en mis manos,
como quien guarda el último vestigio
de lo que pudo ser...

4 comentarios:

Voces del cerro aislado dijo...

bellos y melancólicos versos...

Amando Carabias dijo...

Maravilloso, Marisa.

J.R.Infante dijo...

Preciosos versos, Marisa, con todo tu arte. Como siempre te digo, ánimo y adelante con la poesía.
Un abrazo

Angeles Fernangómez dijo...

Jo, qué buen poema, Marisina. Tienes esas hojas, pero esas hojas que parecen muertas, siempre son el abono de la vida que sigue pululando. Así que nada de osadías.
Mil besos

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